viernes, 5 de marzo de 2021

A UN AÑO DEL INICIO DE LA PANDEMIA: EL TIEMPO DEL HORROR Y EL ESPANTO


Un año atrás comenzó la pandemia en Argentina con la confirmación en el país del primer caso de la covid-19. El 20 de marzo, el Gobierno anunció una cuarentena total, con el objetivo de preparar el sistema de salud, desguarnecido durante la administración anterior. Y así fue como, a partir de esa fecha, una batería de medidas vinculadas al campo sanitario, económico y social fueron puestas en marcha por el Estado. Desde la adquisición de respiradores y la disponibilidad de nuevas capas de terapia intensiva, fundamentales para disminuir la mortalidad que causa el Sars CoV-2, hasta ayudas económicas para aquellos ciudadanos que, producto del aislamiento y aquello que se denominó como “nueva normalidad”, perdieron sus fuentes de trabajo, o bien, disminuyeron de modo significativo su poder adquisitivo.


En los meses que siguieron, los operativos de testeo y las negociaciones que el gobierno llevó a cabo para la compra de vacunas fueron dos de los ejes más importantes. Los acuerdos para producir la opción de Oxford/AstraZeneca, el anuncio de la compra de las dosis de Sputnik y la llegada de las tecnologías provenientes de la empresa estatal china (Sinopharm), en el presente, encienden los motores del proceso de vacunación más importante de la historia.


En el resto del mundo  -ya que no somos "su ombligo"- suman a la fecha 2 millones 568 mil 173 personas fallecidas a causa del virus. 



Cada una de ellas no sólo no tuvo oportunidad sino que sumó al dolor de la perdida a todos los de su familia. En ellos vive el tiempo "del horror y el espanto", mientras miles de millones miran hacia otro lado, niegan, hacen sus buenos negocios mostrando la verdadera cara de una humanidad que de sobrevivir a miles de tragedias ahora se divierte jugando con lo impensable. Mientras tanto -vale la pena recordarlo- la trama social de la humanidad, imperceptiblemente, su va cayendo a pedazos al igual que la "la realidad" por afuera de la consciencia de los negadores de siempre.


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